Entrada

Asentí colocandome la chaqueta y el cuello de la camisa. Un lado me decía que me quedara y el otro que me fuera, tuve que apretar los dientes cuando la segunda voz comenzó a cubrir a la primera.
- Te llamaré en cuanto te eche de menos.- me quedé quieto mirandola con una sonrisa. Me acerqué y la abracé para despedirme y la besé una vez más en los labios antes de darme media vuelta y salir por la puerta.

Sonreí de medio lado algo triste. Me sentía confusa ante aquel nuevo sentimiento, la pena porque se fuera él. ¿O era el sentimiento que se sentía cuando pensabas que ya no verías más a una persona?
Después de que se fuera, me desvestí, me puse el pijama y me tiré al sofá, dispuesta a verme la teletienda hasta que cayera rendida en la cama.

Después de salir de casa de May comencé a caminar con las manos metidas en los bolsillos y una oleada de pensamientos que cruzaban mi mente. No me había esperado actuar como lo hice en el restaurante, había llegado completamene seguro de mi mismo y después, pum! De golpe me había convertido en un friki con su primera cita.
Bufé y noté en el bolsillo de la chaqueta el aparato que usaba por movil. Lo abrí y comencé a mirar la agenda hasta que encotré el nombre de Mayre. Pulsé el botón verde, y me llevé el movil al odio esperando.

A penas me había sentado en el sofá cuando el móvil en silencio vibró sobre la mesilla y lo cogí a regañadientes, sin mirar la persona que llamaba.
-¿Diga?

Me reí entre dientes y pateé una piedra con el pié izquierdo antes de responder.
- Te dije que te llamaría cuando te echara de menos; ¿o prefieres que ya no lo haga?- bromeé, girando en un par de calles, antes de encontrar la parada del autobus. No quería ir a pie hasta mi casa.

Alcé las cejas sonriendo y mirando la pantalla donde ponía "Marc" y el tiempo que llevábamos hablando.
Sonreí más animada, dibujando una sonrisa algo más amplia.
-No, no -me apresuré a decir-; me gusta que lo hayas hecho -reí entre dientes.

Me volví a reír, sacudiendo la cabeza y observando como se acercaba el autobus color verde de por las noches.
- Creo que no me he despedido como debería.- comenté subiendome al automovil y pagando un dolar por el viaje.- Asique...es mi momento de decirte que ha sido una noche genial. Y que siento de haberme tenído que ir así. No me hubiera costado nada quedarme contigo.- me reí entre dientes mirando por la ventana.- Bueno, te dejo descansar. Un beso.- Y colgué quedandome con la vista fija en el aparato antes de guardarlo.
- ¿Tú novia?- pregunó el condctor del autobus, ahora que me daba cuenta de que estaba vacio. Sonreí mostrando los dientes y cabecé encogiendmoe de hombros y mirando por la ventana.

Me quedé mirando la pantalla del móvil con una sonrisa algo más animada y lo dejé sobre la mesilla otra vez, tumbándome en el sofá y mirando un buen rato al techo, pensativa.
Había sido un detallazo. Un detallazo que nunca había tenido antes conmigo.
Al rato, me quedé profundamente dormida.